La ansiedad es un mecanismo emocional protector, involuntario y desagradable, del que estamos dotados, con el fin de preservar nuestra integridad mental ante una supuesta amenaza interna o externa internalizada en la psiquis. Para su comprensión se puede comparar con el dolor físico, que preserva nuestra integridad física de la destrucción, por ejemplo: ante el fuego la sensación dolorosa de quemadura nos avisa que retiremos la mano antes que se destruya, por lo contrario nos daríamos cuenta del daño por el humo o el olor a quemado y nuestros tejidos posiblemente ya no serían recuperables.
La ansiedad es, por tanto, una respuesta innata adaptativa de nuestra especie, que tiene como misión la supervivencia. Cada vez que nos encontramos en peligro, el circuito de la ansiedad se dispara haciendo que reaccionemos de la forma más eficaz para sobrevivir.Podríamos decir que gran parte del desarrollo humano se lo debemos a la ansiedad, pues ella es la que nos ayuda a reaccionar mejor y con más rapidez cuando, por ejemplo, vemos un obstáculo en la carretera mientras estamos conduciendo.
También actúa mediante los sentimientos de culpa, como regulador del cumplimento de las normas sociales, evitándonos su transgresión para alcanzar un mejor nivel de convivencia, aceptación e integración al grupo social, factor necesario para el éxito.
La ansiedad funciona con el principio de equilibrio dinámico, como ocurre con la glucosa en la sangre: nos despertamos con niveles basales más bajos aceptables y, después de la ingesta de alimentos sube, pero mecanismos reguladores como la insulina hacen que la aprovechemos para nuestro metabolismo, y al medio día, los niveles vuelven a bajar y es cuando tenemos la sensación de hambre.
Los niveles de azúcar en sangre entonces son variables dentro de un rango aceptable.En ocasiones, sin embargo, el sistema de respuesta a la ansiedad se ve desbordado y funciona incorrectamente. Más concretamente, la ansiedad es desproporcionada con la situación e incluso, a veces, se presenta en ausencia de cualquier peligro ostensible. El sujeto se siente paralizado con un sentimiento de indefensión y, en general, se produce un deterioro del funcionamiento psicosocial y fisiológico.
Se dice que cuando la ansiedad se presenta en momentos inadecuados o es tan intensa y duradera que interfiere con las actividades normales de la persona, entonces se la considera como un trastorno.
Por tanto, podemos hablar de problemas de ansiedad cuando se siente mucha ansiedad ante situaciones en las que la mayoría de las personas no se ponen ansiosas, o cuando se experimenta un grado extremo de ansiedad en situaciones en las que la mayoría de la gente se sentiría sólo moderadamente ansiosa.Los trastornos de ansiedad son una de las patologías más prevalentes en la población general a lo largo de su vida y con frecuencia se asocian a otras enfermedades mentales.
TIPOS DE TRASTORNOS DE ANSIEDAD