Las personas con TDAH presentan un incremento de la actividad y, por otro lado, evidencian una disminución del estado de relajación, reposo y de la atención consciente, lo cual se ve reflejado en su comportamiento inatento, hiperactivo y/o impulsivo.
Con el entrenamiento neuronal, estas personas aprenden a tener autocontrol sobre sus patrones de actividad cerebral, lo que influirá de manera positiva en las actividades de su vida diaria; mejorando así su capacidad de aprendizaje, capacidad de concentración, gestión del estrés y miedo al fracaso, aumento de la motivación y el interés en las tareas.