Estrés postraumático

El TEPT se origina a raiz de un acontecimiento significativo, en el cual se produce un procesamiento inadecuado en las áreas cerebrales. Ante un estímulo, el prefrontal decide si este es una amenaza real o no, y devuelve a la amígdala la información para que mantenga la activación simpática o, por el contario, la reduzca. Si el procesamiento prefrontal no funciona, como sucede en los casos de TEPT, la activación de la amígdala se mantiene, aunque el estímulo no sea peligroso, ocasionando en la persona un estado de “alerta” permanente.
 
Con el entrenamiento neuronal, se pueden modificar estas áreas cerebrales, generando una frecuencia alfa mayor y una mayor conectividad entre amígdala y prefrontal, lo cual incidirá en una disminución de la hiperactivación y mayor calma en la persona.